El aborto ya no será en España un derecho para las mujeres, volverá a ser un delito regulado. Con la actual ley de plazos, una mujer podía decidir libremente interrumpir su embarazo dentro de las primeras catorce semanas de gestación. Con la reforma de Gallardon, tendrá que volver a justificar el aborto y esperar el dictamen y autorización de varios médicos. Según los últimos datos públicos, los de 2011, en España abortaron 118.000 mujeres, más del 90% por decisión personal y libre.

Es una vuelta atrás de más de 30 años cuando la España de 2013 nada tiene que ver con la de 1985 cuando entró en vigor la primera ley. El PP vuelve a una ley de supuestos. El ministro Gallardón ha confirmado que uno de ellos será el de violación y el otro será el riesgo para la madre pero necesitará informes de dos médicos ajenos a la clínica. En cuanto a los casos de anomalías fetales, solo se podrá abortar por «incompatibilidad con la vida»o si se demuestran daños psíquicos en la madre. Gallardón ha tenido que rectificar su propuesta inicial y muy dura de suprimir este supuesto porque hasta sectores del PP y del Gobierno la rechazaron.

La mujeres tampoco podrán alegar la existencia de una discapacidad para interrumpir voluntariamente el embarazo. Gallardón lo justifica acogiéndose a las recomendaciones de la ONU para que «no se cometa ningún tipo de discriminación por este motivo». Sin embargo, según la referencia del Consejo de Ministros «la discapacidad del feto podrá ser tenida en cuenta si causa un grave daño físico o psicológico a la madre», es decir, algunos de estos casos podrían encuadrarse dentro del supuesto que permitiría el aborto.

Por lo demás, se prohíbe la posibilidad de que las menores con grave conflicto familiar puedan abortar solas. Necesitarán permiso y acompañamiento paterno. Son unas quinientas al año. El ministro dice que no habrá cárcel ni multas para las mujeres pero sí castigará a los profesionales que practiquen abortos ilegales y se ampliará la objeción de conciencia. La reforma también prohíbe la publicidad de clínias abortistas.El ministro de Justicia ha defendido a preguntas de los periodistas su reforma, la más restricitiva de la democracia. Gallardón ha llegado a decir que «el proyecto apuesta decididamente por la libertad de la mujer».

Con esta reforma, el PP ha intentado satisfacer a los sectores más conservadoresde su electorado y a la cúpula de la Iglesia y da cumplimiento a una de sus promesas incluídas en su programa electoral. En la mayoría de los países de Europa el aborto se regula con una ley de plazos como la que tenemos ahora: Francia, Portugal, Alemania, Holanda, Italia, Suecia, Noruega, Bélgica, Grecia, Finlandia. Sólo hay uno donde el aborto está prohibido: Malta y otros dos países, Polonia e Irlanda, donde las legislaciones son tan restrictivas que han sido condenados por el Tribunal de Derechos humanos de Estrasburgo por negar el aborto a mujeres. Hace justo un año murió en Irlanda Savita, una joven hindú a la que le impidieron abortar.

Con la reforma nos vamos a parecer más a Polonia e Irlanda y vamos en contra de las recomendaciones internacionales: la OMS denuncia las legislaciones restrictivas y el Consejo de Europa lleva tiempo pidiendo a los países que reconozcan el derecho al aborto que es lo que va eliminar la nueva ley.

Fuente: Cadena Ser

http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/aborto-vuelve-ser-delito-salvo-casos-violacion-riesgo-mujer/csrcsrpor/20131220csrcsrsoc_1/Tes