La Educación Sexual es un derecho, no un privilegio. Y como tal lo reconoce la reciente Ley 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva donde se recoge la importancia de una educación sexual como medio para garantizar una vivencia de la sexualidad positiva y libre de riesgos.

Desde la APFM se defiende la Educación Sexual Integral, una educación sexual basada en:

  1. Un concepto amplio de sexualidad que incluye aspectos como placer, emociones, comunicación o reproducción.
  2. Criterios científicos.
  3. Perspectiva de género.
  4. Reconocimiento de la diversidad sexual sin discriminación alguna.
  5. Acceso universal, puesto que no debe dirigirse a un único sector de la población.
  6. Formación de actitudes y desarrollo de comportamientos saludables.
  7. Contenidos basados en prevención y promoción.
  8. Una metodología activa, participativa, globalizadora y que promueva aprendizajes significativos.
  9. La formación especializada de los/las profesionales.
  10. La coordinación del trabajo entre todos los agentes implicados en la Educación Sexual (docentes, familias, organizaciones y los propios chicos y chicas).

Siguiendo estos principios, realizamos intervenciones flexibles de Educación Sexual Integral en centros educativos para estudiantes de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.

La Educación Sexual Integral es una herramienta de cambio, una herramienta para construir hombres y mujeres más coherentes, responsables y libres que construyan relaciones igualitarias y satisfactorias.

 

Posicionamiento/Policy Paper:

Educación Sexual Integral (breve)

Educación Sexual Integral (extendido)

 

Proyectos:

APFM – Educación Sexual Integral (Centros Educativos)

APFM – Educación Sexual Integral (Profesorado)

APFM – Educación Sexual Integral (Familias)